El temblor

Creo que nunca sabrán lo que es para nosotros un temblor. Imagínense que están en la playa y han hecho un hueco en el que han enterrado la mitad de su cuerpo...y sienten algo raro allí abajo, un movimiento inexplicable. De hecho, como algunos animales, nosotros los sentimos antes que ustedes...no es un presagio, sino que ustedes solo perciben la parte final del movimiento...y luego, por mas que intentamos mantener quieta la tierra con nuestras raíces, también nos movemos, espantamos los pájaros, soltamos algunas hojas...Finalmente nos miramos entre nosotros, mientras ustedes suelen salir a la calle, a sus ventanas, conversan un rato y luego todo -poco a poco-vuelve a la normalidad...Creo que lo valioso de un temblor es que nos recuerda lo pequeños que somos, que algunas cosas sucederán sin tomar en cuenta nuestra voluntad, y que el éxito no está en evitarlos (es imposible) sino en estar preparados para cuando sucedan, la forma en que responderemos ante ellos...como muchas cosas en nuestras vidas.

Tambores y soldaditos

He visto muchas familias pasar al lado mío…hace algunos años solían venir abuelos felices con sus nietos…no entiendo porque ahora eso ya no es tan frecuente…Me encantaba ver a los niños en sus carros a pedal…algunos abuelos los empujaban o animaban, bajo la preocupada mirada de sus asustadas abuelas…Niños con juguetes, tan simples como los soldaditos que desencadenaban tremendas batallas en la selva del césped…muchos de esos soldados llegaron a lanzarse desde mis ramas, algunos en paracaídas de papel…recuerdo los generales lanzando órdenes a la tropa, algunos arrodillados con potentes equipos de radio, otros en posición de lanzamiento de granadas, algunos con fusiles en ristre y varios rampando felices entre la hierba…Alegres muchachitos con tambores cuyo retumbar espantaba a las palomas…Hmmmmmmmm….Venían familias completas, felices…yo me estiraba lo mas alto posible, sacudía mis ramas al compás del viento…hace tanto tiempo!!!

El día X

Recuerdo todo muy bien. Primero se me acercaron varias personas, con sus cintas métricas. Dieron la vuelta alrededor mio, haciendo anotaciones...no me preocupé, pues ya antes había conocido gente extraña y que hacía cosas que nunca entendí. Días después, volvieron los mismos hombres, y de un pequeño camión descargaron esos fierros. Con aparatos que arrojaban chispas y un olor horrible, fueron colocando las rejas....Me costó comprender la nueva realidad. Sin saber porqué, ahora estaba realmente separado de todo. Sentía que ya no era parte del parque, que los demás árboles que me habían visto siempre con recelo, ahora tendrían incluso más motivos para ello...El mismo día, por la tarde, otros hombres colocaron la placa. El "árbol de la bella sombra"..."Phytolacca dioica" (nunca me habían llamado tan feo)..."se cree que fue sembrado por San Martín"..(si supieran la verdad!!)..."hace más de 200 años" (hummmmmm). Luego (como nunca) limpiaron con esmero todo, colocaron un toldo, sillas, parlantes, micrófono....Yo estaba realmente abatido, ya no me llamó la atención la llegada de mucha gente, las fotos, los discursos, el brindis y los bocaditos....Más cuando ya todos se fueron, vi por primera vez un niño buscar entre los desperdicios.......observé mis rejas, suspiré (incluso dos palomas volaron asustadas) y, entre muchas ideas, surgió la de buscar una forma de escribir este blog....

Mi foto

Hoy solo quiero mostrarles una foto mia actual. Creo que poco a poco nos vamos conociendo más, y seguramente -cuando me vean- comprenderán mejor todo lo que quiero decirles. ... Solo eso... espero que esta semana sea muy buena para todos....hace calor, espero una suave brisa...

Hebaristo, el sauce que murió de amor

Uno de los días que más recuerdo fue aquel en que un joven me contó la historia de un tal Evaristo, que vivía en un pueblo y trabajaba en una farmacia. Era un tipo joven pero triste, principalmente porque se había enamorado profundamente de una chica a quien pudo ver muy poco, que solo estuvo un mes y medio en el pueblo, siendo obligada a partir.

Lo que más me llamó la atención fue que también me habló de otro Hebaristo, un sauce, que tenía mucha semejanza con el joven, principalmente porque también esperaba inútilmente la llegada del "polen del amor". Tenían la misma edad (unos 30 años), aires melancólicos, taciturnos. Ambos solían escuchar a sus visitantes, uno en la farmacia, el otro en el campo. Ambos eran solitarios (incluso Hebaristo era el único sauce en un área extensa).

Llegó la desilusión, el envejecimiento. Compartian diariamente sus momentos de soledad. Hasta que un día Evaristo dejó de visitar al sauce, que ya había dejado avanzar la sequedad. Y ese mismo día Hebaristo fue cortado, llevado a una carpintería que confeccionaba ataúdes, acabando su madera como ataúd de su compañero.

Se que la historia es triste, pero ninguna mejor que ella refleja lo que siento algunos días. Soledad, esperar algo que nunca llega, sentir pasar los días sin mayores cambios... pero también -y eso es lo bueno- los lazos que me unen con alguno de ustedes...

En la web - Pueblo Libre

Quisiera hablarte, quisiera verte...probablemente la primera vez no podré abrazarte... con suerte solo verás un pequeño movimiento de mis hojas...pero te escucharé...te sentiré...

Antes mis amigos venían y me tocaban...ya no podrán hacerlo...recuerda que ahora soy un ombú enrejado.

http://www.tnews.com.pe/noticias/unot121007.htm
Por ello se ha mandado iluminar la zona
ARBUSTO DE 200 AÑOS DE ANTIGÜEDAD ES
ATRACCION TURISTICA EN PUEBLO LIBRE
El Ombú, un arbusto de 200 años de existencia y uno de los más antiguos de Lima, se ha convertido en atracción turística de todos los que transitan por el parque El Carmen de Pueblo Libre, donde se encuentra. La historia refiere que dicho arbusto fue sembrado por el mismo general San Martín y puede alcanzar hasta los 25 metros de altura. Pueblo Libre, además, está mejorando sus atracciones turísticas y se prepara para próxima visita de los líderes de la APEC. Con ese fin, mandó iluminar y construir un cerco perimétrico alrededor del arbusto.

http://www.terra.com.pe/turismo/articulo/html/tur8645.htm

Cuenta la historia que dicho arbusto fue sembrado por el mismo general San Martín y puede alcanzar hasta los 25 metros de altura.
Pueblo Libre, distrito turístico por excelencia, está mejorando sus atracciones turísticas y se prepara para la próxima visita de los líderes de la APEC.
Con ese fin, mandó iluminar y construir un cerco perimétrico alrededor del arbusto de la bella sombra para facilitar su cuidado y conservación.
El turismo es uno de los principales recursos que tiene el Perú y Pueblo Libre es uno de los privilegiados, ya que cuenta con más de 450 años de historia, cultura y tradición, afirmó el burgomaestre del distrito Rafael Santos Normand, durante la ceremonia de entrega de la obra.