Me cuentan que acá en la calle Cueva (cerca a la Bolívar), hay un centro de educación para jóvenes especiales…y que todos los días, uno de ellos, Darío, es embarcado en una Coaster (el “San Bartolo” línea 16) con la indicación de bajarse en Cueva (viaja solo)...como la mayoría de gente que viaja a esa hora (8.00 am) es casi siempre la misma, muchos saben que a la altura de Cueva hay que recordarle al cobrador que Darío baja…cuando ya va por Carolina, los pasajeros avisan “En Cueva baja Darío!!”…y a veces Darío se distrae un poco (al igual que la gente), pero igual se las ingenian para hacerla parar justo a tiempo y que Darío baje y pueda llegar a su colegio… parece mentira como algo tan simple, emociona a todos…creo que Darío no sabe que todos los días cuando trepa a la coaster, está regalándole a los pasajeros un momento de satisfacción por ayudarlo…o quizás si lo sabe, y esa eterna sonrisa en su cara es solo la demostración de ello…
1 comentario:
Saludos querido Ombú.....tu sensibilidad es realmente enternecedora...tu narrativa, aun sintiendo la soledad a la que injustamente te han sometido, hace reflexionar y...si....muchos no han gozado de esa satisfacciòn que se siente de ayudar sin recibir...de encontrar alegrìa y felicidad en las cosas simples de la vida....gracias por ayudarnos a reflexionar....desde acá un abrazo con mucho cariño....Reiki
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